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Los huéspedes de La Cabañuela no duermen solo en habitaciones, ni toman su refrigerio en un simple comedor. Aunque no sean conscientes, descansan en una sala de espera o en un consultorio médico y almuerzan en un garaje.

El actual edificio fue construido allá por los años 60 por el entonces alcalde del pueblo Pepe Vicente, “el hijo del Sr. Eloy”, para acoger el consultorio y la casa del doctor. A pesar del paso del tiempo y las remodelaciones, la historia sigue presente en sus estancias cargadas de recuerdos.

En las habitaciones de La Cabañuela, auscultaron y prescribieron remedios a sus pacientes el doctor Don Santiago, la doctora Doña María Jesús y el doctor Don Sergio. Las familias de los facultativos vivieron durante años en el actual hospedaje, que también fue el testigo del trajín propio del domicilio de un médico rural.

Por allí pasaban desde los más pequeños (iban a jugar con los niños de la casa) a los jóvenes amigos de las parejas (a disfrutar de algún que otro café y comilona de setas de cardo recogidas en el pueblo), pasando por los más mayores, que lo mismo necesitaban una inyección, sacarse una muela rebelde o, simplemente, contar al doctor algún problema de salud que les inquietaba.

Pero la historia de la cabañuela se remonta todavía más atrás. Antes de la construcción del inmueble, el paraje era conocido en el municipio como “La Era”. Allí llevaban los agricultores los cereales recolectados para trillar y escoger el grano, pero también se utilizaba como pista de los bailes vespertinos en las fiestas del pueblo, donde mozos y mozas disfrutaban hasta el anochecer.

Con el paso de los años, y una vez dejo de ser ocupada por los médicos, la casa se remodeló, pero siempre conservando su esencia. Los retazos del pasado siguen hoy presentes en la suite reconvertida en la sala de espera, el consultorio médico transformado en habitación o el garaje empleado ahora como comedor.

Los huéspedes de La Cabañuela no solo tienen la oportunidad de disfrutar del maravilloso paraje natural que la rodea, sino también empaparse de su singular historia. Es, sin duda, UN LUGAR ESPECIAL.

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